Albania, la Tierra
de las Águilas
ALBANIA
Península Ibérica
EUROPA 41.1533°
2023
Lo primero que me sorprendió fue la diversidad del paisaje. En cuestión de horas,
pasé de estar en lo alto de montañas verdes con aire fresco de los Balcanes, a
caminar por playas de agua turquesa tan clara que parecía irreal.
Himare y Tirana en clave viajera.
El viaje en bus o minibus de Tirana a Himare suele durar entre
7 y 9 horas, dependiendo de la ruta, el tráfico y las paradas en el camino.
El viaje en bus o minibus de Tirana a Himare suele durar entre
7 y 9 horas, dependiendo de la ruta, el tráfico y las paradas en el camino.
✈️ PRIMERA PARADA: TIRANA
Mi viaje empezó en Tirana, la capital. Una ciudad que vibra. Caótica en ciertosrincones, pero llena de vida. Lo primero que noté fue el color: los edificios están
pintados con murales, hay cafés por todas partes y un ritmo joven, casi rebelde. Me
tomé un espresso (imposible no hacerlo en Albania, es toda una cultura) y salí a
caminar.
Y entonces, el cambio fue total. Llegar a Himarë fue como pasar a otro mundo. La
Riviera Albanesa tiene una energía muy distinta. Acá el tiempo parece flotar. Playas
vírgenes, agua cristalina, montañas que se abrazan con el mar… y una calma que
no encontraba desde hacía tiempo.
La capital vibra entre historia, arte urbano y cafés que invitan a quedarse horas.
Se recorre fácil a pie, aunque taxis y buses siempre están a mano. Por la noche, bares y restaurantes que sorprenden a cualquiera.
Ciudad vibrante: La capital mezcla historia, arte urbano y cafés modernos. La Plaza Skanderbeg es un imperdible.
Moverse: La ciudad se recorre bien a pie, pero también hay buses y taxis accesibles.
Comida y vida nocturna: Desde restaurantes tradicionales hasta bares modernos, Tirana tiene opciones para todos los gustos.
Seguridad y clima: Albania es generalmente segura para turistas; el clima en verano puede ser muy caluroso, así que agua y protector solar son aliados imprescindibles.
HIMARE
Playas casi secretas, aguas turquesa y calitas que parecen de postal.
Lo mejor: moverse en minibús o alquilar un coche y perderse por la Riviera.
Pro tip: no te vayas sin probar byrek y pescado fresco.
Playas: La costa es impresionante y menos turística que otras del Mediterráneo.
Llevar calzado cómodo para algunas calitas escondidas vale totalmente la pena
(creeme, una vez mas cumpliendo el objetivo de 40.000 pasos pero con gusto jajaja)
Transporte: Los buses y minibuses son la forma más común de moverse;
también podés alquilar un coche para recorrer la Riviera al ritmo que quieras.
Comida: Probar platos locales como byrek (una especie de empanada) o pescado fresco es un must, desde la playita.
Temporada: El verano es ideal, pero puede estar lleno de turistas locales; la primavera y el inicio del otoño son más tranquilos.
Si, soy pro de ir en temporada baja, se disfruta mas desde mi pov.
Tip extra: un poco de efectivo y unas palabras en albanés hacen toda la diferencia.
Y sobre todo… disfrutá cada rincón, porque Albania es de esos destinos de pelicula.
Me enamoré de la playa de Livadhi, donde el mar tiene ese tono turquesa que solo
había visto en fotos de postal. Comí pescado fresco frente al mar, charlé con locales
que me hablaron de su infancia entre montañas y olivos, y terminé mis días mirando
atardeceres que teñían de oro las colinas.
Albania me dio dos caras completamente distintas: la energía urbana de Tirana y la
paz total de Himarë. Y creo que eso fue lo que más me gustó: la sensación de estar
descubriendo un lugar auténtico, sin filtros, lleno de sorpresas.