BITACORA DE VIDA 

SER LA NUEVA

Te pasa en un laburo nuevo, en un viaje, en una ciudad donde no conocés a nadie o hasta en un grupo de
amigos que ya tienen códigos secretos y memes del 2015 que vos ni entendés. Y sí, al principio sentís que llegaste tarde a la peli y te perdés la primera media hora, pero no pasa nada, que acá la
idea es sobrevivir y si se puede, divertirse un poco en el camino.

A mí me pasó más de una vez, y spoiler: 
salí viva y con anécdotas para rato
 (tanto así que tuve guion para hacer un stand up)

Al principio quería hacerme la invisible, pero después entendí que ser nueva es la excusa perfecta para hacer todas las
preguntas tontas que nadie se anima, meter la pata a lo grande y mirar todo con ojos de turista confundida.

Primero aprendí que no sirve de nada disimular, todos saben que sos la nueva, así que dejá de hacer ese intento ridículo de parecer experta. Preguntá sin miedo dónde queda el baño, quién manda acá y
hasta cómo prender la cafetera. Ser nueva es como tener un pase libre para equivocarte con estilo.
Después están esos momentos épicos donde todos se ríen de un chiste interno que vos no entendés ni con Chat GPT y solo podés sonreír y asentir como si fueras parte del club. Y está todo bien, nadie
espera que seas la reina de las bromas desde el minuto uno.

Observar es tu superpoder: mientras vos sos la rookie, vas agarrando data que los demás ya ni
notan, desde cómo se saludan hasta qué miradas esquivar. Esa info te va a salvar la vida más de una vez.

Y ojo, no fuerces amistades ni conversaciones, que la gente detecta esas sonrisas forzadas a
kilómetros. Sé vos, aunque eso signifique ser la que está medio callada mientras procesa todo.
Tiempo al tiempo, que las conexiones de verdad llegan solas.
Claro que siempre aparece alguien que te tira un salvavidas, el famoso “te muestro dónde está el
baño” o “vení que acá siempre hacemos el after”. 

EL HÉROE ANÓNIMO

Agradecé a ese héroe anónimo porque son los
mejores y si no aparece, tranqui que vos vas a ser la heroína de alguien más adelante.
Celebrá tus pequeñas victorias, tipo acordarte de un nombre, entender qué carajo te estaban
diciendo o lograr no perderte en el laberinto del edificio. Esas cositas suman y mucho.
Y sí, vas a meter la pata: vas a mandar un mensaje al grupo equivocado, confundir nombres o
preguntar algo que ya te dijeron cinco veces. Tranqui, son esas metidas de pata las que hacen que la
historia sea buena y que al final te rías más que nada.
Ser nuevo no es un drama, es un power up, es empezar de cero y eso siempre es una oportunidad
genial para crecer, aprender y divertirte un poco en el proceso. No tenés que ser perfecta, ni la más
divertida ni la más rápida. Estás llegando, y eso ya es todo un logro.

Así que sí, vas a sobrevivir y lo mejor: vas a hacerlo con estilo, un poco de torpeza y muchas ganas
de disfrutar la aventura.